3/3/16

FUNDAMENTACIÓN

Gestión Ambiental

En las últimas décadas los problemas de carácter ambiental, han estado en constante aumento, traspasando los límites geográficos de cada una de las naciones, provocando un fuerte impacto a nivel mundial, desde: 

- el cambio climático global, debido a la tendencia al calentamiento planetario;
- la desintegración de la capa estratosférica protectora del ozono y la precipitación ácida;
- la pérdida de la capa superficial del suelo por erosión y deterioro cualitativos;
- disminución y degradación del agua dulce;
- la creciente contaminación del aire, del agua y del suelo;
- la contaminación de los seres vivos por agentes químicos y radioactivos;
- destrucción de la vegetación por deforestación y desertificación;
- la pérdida de la biodiversidad en nuestra flora y fauna, con elevada extinción de especies;
la destrucción del hábitat natural por las actividades concernientes tanto al crecimiento de la vida urbana como a un desarrollo desaforado y poco sostenido; degradando el hábitat humano, colapsado por el fenómeno de la urbanización global.

Hoy sabemos que nuestro planeta no es capaz de soportar indefinidamente el actual orden económico internacional, que los recursos naturales no son bienes ilimitados y que los residuos sólidos, líquidos o gaseosos de nuestro sistema de vida conllevan un grave riesgo para la salud del planeta, comprendiendo a todos los seres vivos incluido lógicamente el hombre. La actuación negativa sobre el ambiente que ha caracterizado a los sistemas productivos, se ha ejercido desde diferentes niveles, por ejemplo:

sobreutilización de recursos naturales no renovables;
- emisión de residuos no degradables al ambiente;
- destrucción de espacios naturales;
- destrucción acelerada de especies animales y vegetales.

Desde la década de 1970 se acelero la conciencia ecológica y la sociedad comenzó a entender que el origen de los problemas ambientales se encontraba en las estructuras económicas y productivas de la economía y dado que los principales problemas que aquejan al ambiente tienen su origen en los procesos productivos mal planificados y mal gestionados, es precisamente mediante la transformación de tales sistemas como se puede acceder a una mejora integral del ambiente.

Entendiendo que las problemáticas ambientales resultan ser en la actualidad los temas de mayor potencial y desarrollo, es importante que dicha cuestión sea considerada y resuelta con el mayor conocimiento y profundidad posible, de forma tal que los futuros egresados puedan abordar esta nueva tarea de manera profesionalmente adecuada.

De ahí la importancia de la Gestión Ambiental, ya que responde al “cómo hay que hacer las cosas”, respetando las legislaciones vigentes o legislando nuevas cuando sea necesario, empleando las estrategias, los métodos y las herramientas más pertinentes en cada caso, para poder lograr así, las metas trazadas por las Naciones Unidas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS).

Este concepto de Desarrollo Sustentable implica que las actividades producidas por el ser humano, deben satisfacer las necesidades presentes pero sin comprometer las de las generaciones futuras, primando para ello una conciencia socio-ecológica-ambiental, donde los principios fundamentales de la vida y los valores humanos sean moneda corriente en el quehacer del ser humano durante este nuevo milenio, y esto requiere de un nuevo marco de actuación, de un Nuevo Humanismo en las ciencias, que nos posibilite poder re-encontrar la senda que nos lleve a un futuro prometedor, por lo tanto, de un gran cambio en el comportamiento de cada individuo y de la sociedad en su conjunto, en síntesis, se requiere entrar en un proceso de re-educación a nivel global a fin de re-humanizarnos.

Esta nueva conciencia y actuación socio-ecológica-ambiental es lo que denominamos un Nuevo Humanismo, que tanto con su contenido relacional, holístico y solidario, permita ingresar en las prácticas sociales cotidianas.
Es en este sentido que se propone un cambio de Paradigma, que deberá asumirse tanto a nivel social, como a nivel individual, y principalmente por aquellos que anhelamos el tan mentado cambio, pasando ineludiblemente por un cambio de actitudes sobre nuestro propio ser y sobre nuestra realidad, a fin de, según lo expresa Rubén Pesci, “recuperar la imaginación más peligrosa, la condición proyectual, bajo una visión humanista del desarrollo”.

Es importante recalcar que, “en el mundo de la ciencia, un Paradigma viene a ser la matriz de valores que rige una concepción o hipótesis de trabajo. Una vez instalados en un determinado Paradigma, los humanos tendemos a jerarquizar el mundo de acuerdo con la lógica de aquel, y si no hay subversión de valores y generación de nuevas actitudes, no hay emersión de nuevos Paradigmas”.

El Desarrollo Sustentable persigue el mejoramiento de la calidad de vida de manera integral, constituyendo una nueva forma de desarrollo socio-económico-ambiental, que establece un vínculo equilibrado entre la sociedad y la naturaleza. La degradación ambiental no es una consecuencia ineludible de la actividad humana, es más bien el resultado de los modelos de desarrollo que han tenido lugar hasta la actualidad.

A diferencia de los ecosistemas naturales, que pueden tener procesos espontáneos y alcanzar su equilibrio, las zonas urbanas solamente lo pueden hacer sobre la base de la Gestión Ambiental. Cuando esta premisa no se tiene en cuenta se pueden romper los equilibrios establecidos y aparecen las manifestaciones ambientales negativas que a corto plazo repercuten sobre la salud de la población y en su calidad de vida.

Por ello, es necesario establecer la relación entre Desarrollo y Ambiente, entre riqueza/pobreza y Ambiente, considerando que los recursos Naturales deben ser utilizados y a su vez conservados, para atender a las necesidades de sus poblaciones, comunidades y países mediante una gestión ambiental con base científica, en consecuencia, el enfoque científico para tratar los temas ambientales requiere un abordaje de carácter multi-sistémico, con visión holística, eco-sistémica, transdisciplinaria, intersectorial y participativa, donde cada sector es llamado a discutir y aportar sus saberes.

Cabe mencionar que la holística alude a la tendencia que permite entender los eventos desde el punto de vista de las múltiples interacciones que los caracterizan; corresponde a una actitud integradora como también a una teoría explicativa que orienta hacia una comprensión contextual de los procesos, de los protagonistas y de sus contextos. La holística se refiere a la manera de ver las cosas enteras, en su totalidad, en su conjunto, en su complejidad, pues de esta forma se pueden apreciar interacciones, particularidades y procesos que por lo regular no se perciben si se estudian los aspectos que conforman el todo, por separado.

La Gestión Ambiental pretende reducir al mínimo nuestras intrusiones en los diversos ecosistemas, elevar al máximo las posibilidades de supervivencia de todas las formas de vida, por muy pequeñas e insignificantes que resulten desde nuestro punto de vista, y no por una especie de magnanimidad por las criaturas más débiles, sino por verdadera humildad intelectual, por reconocer que desconocemos lo que la perdida de cualquier especie viviente puede significar para el equilibrio biológico.

Podemos afirmar entonces, que la Gestión Ambiental es el conjunto de acciones, estratégicamente implementadas, mediante las cuales se organizan las actividades antrópicas que afectan al ambiente con el fin de lograr la materialización de dichas actividades previendo y mitigando los impactos ambientales.

La Gestión Ambiental debe incorporar los principios del Desarrollo Sustentable en los objetivos y metas de las organizaciones públicas y/o privadas, incidiendo en sus políticas, programas y procedimientos, estableciendo instrumentos de Gestión Ambiental, entre los que se destacan elordenamiento ambiental del territorio, los estudios y evaluación de impacto ambiental, lossistemas de control y la educación ambiental.

Como la Gestión Ambiental implica a la totalidad de las actividades humanas, ya que éstas transcurren o afectan al ambiente en mayor o menor grado, la misma está supeditada a una ordenación previa del territorio y de los usos del mismo. Esta ordenación del territorio determina a qué usos puede destinarse el suelo en función de su aptitud potencial como terreno agrícola, como poseedor de minerales aprovechables, como suelo industrial en función de su escasa aptitud para un uso más directo, como residencial en función de la existencia de agua disponible y de una climatología adecuada, o como reservado en función de su valor natural intrínseco, entre otros. Una vez que se ha establecido la ordenación, se diseña una estrategia para gestionar cada parte y uso. A la gestión más o menos productivista o economicista, diseñada para la explotación y aprovechamiento del suelo, se superpone la Gestión Ambiental.

Está claro que las ciudades o zonas urbanas son un producto social, que no pueden desvincularse de las condiciones naturales en las cuales se han desarrollado, ni de las trasformaciones de esas condiciones. En el ambiente urbano concurren varios subsistemas donde se producen múltiples interacciones entre ellos y sus elementos, como son:

- el subsistema natural (animales, plantas, microorganismos, suelo, agua, aire, ecosistemas);
el subsistema social (individuos, colectividades, sus características, costumbres, relaciones, manifestaciones culturales, problemas sociales, su historia);
y el subsistema construido, que constituye las formas y estructuras del espacio resultante de la dinámica social (edificios, viviendas, obras de infraestructuras de industrias, equipamientos y otros)

El paradigma de la Gestión Ambiental Urbana postula que el proceso de desarrollo de la localidad depende del protagonismo tanto de los gobiernos locales, como del grado de participación de sus habitantes, a los efectos de lograr una verdadera integración de todos los sectores dentro del ámbito urbano para disminuir las tremendas desigualdades que se expresan simultáneamente.

Los problemas ambientales urbanos son aquellos en los que existe variación o alteración de los elementos de un lugar, de manera que atenta contra la calidad, cantidad o diversidad de los recursos humanos, recursos naturales y del patrimonio construido, con deterioro de la calidad de vida y donde se dificulta o impide además el desarrollo sustentable.
Como queda evidenciado en la actualidad, una de las principales causas que genera problemas ambientales urbanos es la pobreza, resultado del modelo de desarrollo imperante en el mundo, caracterizado por la inequidad y la injusticia social, que permite y promueve el libre juego de las fuerzas del mercado, el aumento de la productividad, de la producción y el consumo; pero no persigue satisfacer las necesidades de la sociedad en su conjunto. Todo ello genera marginalidad, inseguridad alimentaría e insalubridad, manifestaciones de la correlación existente entre la pobreza y la falta de control sobre los recursos y de acceso de todos los derechos ciudadanos.

Podemos afirmar que la Gestión Ambiental Urbana es el conjunto de acciones, actividades, mecanismos e instrumentos dirigidos a la administración, uso sustentable de los recursos naturales y sociales de las zonas urbanas y de las aledañas interrelacionadas con ellas. Entonces, una Gestión Ambiental Urbana eficaz debe establecer sus objetivos y metas dirigidas a lograr:

mayor equidad en la distribución de las riquezas y en el uso del medio ambiente;
- crecimiento económico basado en la planificación que parte de las necesidades reales de la población;
- mejoramiento de la calidad de vida de la población. La satisfacción de las necesidades materiales y espirituales, el acceso a los servicios básicos de agua, saneamiento, salud, educación, cultura y seguridad social;
- conservación y rehabilitación del medio ambiente, que parte del conocimiento y la información sobre los problemas ambientales;
- elevación de la cultura ambiental de todos los actores sociales;
fortalecimiento del liderazgo de los gobiernos locales, su capacidad integradora y de control, así como de las capacidades de gestión de todas las instituciones locales;
- y participación efectiva de la comunidad, de las organizaciones sociales y de los ciudadanos en la búsqueda de soluciones a los problemas urbanos.

Las acciones de las personas sobre el ambiente siempre provocarán efectos colaterales sobre éste, o sea, impactos ambientales. Por lo que la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) es un procedimiento que tiende a identificar y evaluar los efectos de ciertos proyectos sobre el medio físico y social.

Estos Estudios de Impacto Ambiental son parte de las herramientas implementadas con la intención de determinar el impacto que tal proyecto puede provocar en las condiciones medioambientales de la zona donde se pretenda construir o realizar cualquier nuevo proyecto.

Generalmente, estos estudios son realizados por equipos interdisciplinarios que desde cada una de sus disciplinas verifican el posible impacto y las medidas de mitigación a la que es sometida la naturaleza. Entre los profesionales que intervienen para realizarlos se encuentran los biólogos, geólogos, economistas, arqueólogos, antropólogos, ingenieros, arquitectos y sociólogos, estos últimos, se basan en la identificación de variables sociológicas que midan el comportamiento de los grupos sociales en relación con los recursos naturales.

Como podemos apreciar, los aspectos sociales toman gran relevancia en los procesos de Gestión Ambiental, considerando un conjunto de variables para ser medidas, como ser: el conflicto, la percepción ambiental, la percepción del proyecto, manejo de desechos, relaciones sociales y los instrumentos utilizados en la actividad económica que implica la utilización de recursos naturales, éstas sólo cobran significado por el análisis de especialistas de los grupos sociales. Ello se logra utilizando marcos teóricos que analizan la internalización (importancia), uso, significados y relación en la vida cotidiana que la población le da a la naturaleza, partiendo de dos supuestos: que la situación ambiental de una zona es el resultado de la relación de los grupos sociales con la naturaleza y que la introducción de cualquier nueva actividad producirá cambios en esa relación.

En síntesis, el indicador de logro de la Gestión Ambiental está dado por las acciones concretas que se puedan ejecutar en el plano técnico y en la validación del mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Para ello, la Gestión Ambiental considera tres objetivos vinculados a los tiempos para los cuales se aplican los instrumentos: futuro, presente y pasado. Por tanto se pueden clasificar según los siguientes modelos:

1. la prevención de conflictos ambientales futuros;

2. la corrección de conflictos ambientales presentes y

3. la recuperación de procesos de deterioro ambiental ocurridos en el pasado.

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